En 1968, Laurence J. Peter publicaba el libro The Peter Principle, en el que enunciaba una de las sentencias más conocidas en el campo de la dirección y administración de empresas. El Principio de Peter dice que: “En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia”.
La forma más común y sencilla para comprender esta afirmación es mediante un ejemplo:
- Un vendedor hace su trabajo de forma excepcional. Le gusta lo que hace y sus relaciones con los clientes son fantásticas, por lo que enseguida logra un ascenso.
- Se convierte en coordinador de zona y sigue realizando ventas a la vez que desempeña labores de coordinación de otros tres vendedores. Su nuevo cargo le gusta, ya que continúa realizando las funciones de antes mientras comparte sus conocimientos con los vendedores novatos. Poco tiempo después consigue un nuevo ascenso.
- Delegado comercial de la provincia. Sigue realizando ventas, pero les dedica menos tiempo que antes. Ya no se encarga de la tutela de los novatos con la que disfrutaba, sino que gestiona las zonas a las que deben acudir sus subordinados, establece los horarios y comprueba que cumplen los objetivos marcados. Su trabajo se basa ahora menos en las relaciones con clientes, que claramente son su fuerte, y tiene una gran carga administrativa. Ya no disfruta como antes, pero las cosas van razonablemente bien y tras un largo período alcanza un nuevo ascenso.
- Director comercial. Llegado a este punto, nuestro personaje se muestra incompetente. Su trabajo consiste ahora en tomar decisiones desde un despacho, alejado de los clientes y de sus subordinados. Ya no realiza bien su trabajo, se queda estancado en un puesto que no le gusta y que no desempeña bien. Mientras, la Dirección General de la empresa comienza a pensar que es un incompetente.
Se da por sentado que escalar por una escala jerárquica siempre es algo positivo y que la meta siempre supone una situación mejor. Sin embargo, las mejoras económicas y de estatus que acarrea un ascenso pueden llevar consigo insatisfacción, estrés e incompetencia si se pasan por alto las aptitudes personales para desempeñar unas determinadas tareas.
Las conclusiones de Laurence j. Peter derivadas del desarrollo de su principio son las siguientes:
- Con el tiempo, los puestos de trabajo tienden a ser ocupados por empleados que se muestren incompetentes para desempeñar sus obligaciones.
- En una organización jerárquica, el trabajo lo realizan aquellos empleados que todavía no han alcanzado su nivel de incompetencia.
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Claro! Se trata de funciones totalmente diferentes. Los empleados pueden ser grandes vendedores, pero no necesariamente tienen q ser tambien grandes planificadores o directores.
Efectivamente, Mario, ese concepto es precisamente de lo que trata este artículo, de que no todos valemos para todo, aún realizando correctamente funciones operativas.
Gracias por tu interés.