Los mapas mentales o Mind-mapping son unas herramientas realmente magníficas que se emplean indiferentemente en el mundo empresarial o en el ámbito educativo. Son, ante todo, herramientas con forma de diagrama. No nacen de la nada, sino de una creativa propuesta del Psicólogo y escritor Tony Buzan en su libro de 1974 “Use your Head”.
Buzan no nos propuso que planificáramos “a cabezazos” (como ya habéis adivinado la frase del título de su libro “emplee su cabeza” va en otro sentido) sino que empleáramos diferentes herramientas para mejorar nuestras capacidades de concentración, planificación, etc. En esta publicación principalmente nos habla de “trucos de nemotecnia” y de Mapas mentales. Al parecer nadie antes había presentado unos diagramas que sirvieran para planificar con este nombre (por eso Anthony Peter “Tony” Buzan ha registrado este término en numerosos países, como afirma en su web Buzan World)
¿PARA QUÉ PUEDEN SERVIRME “LOS MAPAS MENTALES”?
Los mapas mentales no son “cartas cartográficas o de carreteras” de ningún cerebro (traducir “literamente” del inglés Mind-Mapping puede tener estos riesgos). Lo que es indudablemente cierto es que sirven para acelerar tus conexiones cerebrales, potenciar tu capacidad de interrelación de términos, mejorar tus habilidades organizativas y por qué no: pasarte un rato agradable mientras planificas, dándole rienda suelta a tu creatividad con la ayuda de un lápiz y papel, para acabar diseñando con una aplicación digital (de las que también hablaremos).
Ahora que ya sabemos que no hablamos de ningún “Mapa de carreteras cerebral” en el que se muestran todas las conexiones posibles de tus neuronas, veamos para que se emplean normalmente:
- Se usan para ayudarnos a planificar de una forma más eficaz.
- Se emplean como una forma ágil de interrelacionar términos, buscar ideas afines, etc.
- Son una forma de optimizar nuestro tiempo de estudio.
- También son un sistema para memorizar incrementando nuestro rendimiento
- Y un largo etcétera de funciones extra…
Lo cierto es que si sigues leyendo este artículo podrás aprender además de posibles usos, conocer diferentes modelos y cómo diseñar tus propios mapas.
¿EN QUÉ CONSISTEN?
Son, como hemos dicho, diagramas, que emplean palabras clave (EN MAYÚSCULAS) acompañados de: Símbolos, pictogramas, signos, dibujos, códigos, abreviaturas…
A partir de una idea central se aprende a organizar, estructurar y asociar ideas. Hay quien emplea la metáfora del plano de una ciudad para explicar en qué consisten: El centro de la ciudad es la idea principal y las diversas avenidas, calles y calles menores los diversos pensamientos secundarios que basculan a su alrededor.
¿HAY DIFERENTES TIPOS de mapas mentales?
Por supuesto. La idea es que creemos los nuestros propios, pero es cierto que ya existen diferentes modelos que podemos emplear. Acompañando a este artículo he creado y colocado tres diagramas diferentes, aclarando en la parte inferior de los mismos cuál es su uso principal. En un segundo artículo recogeré otros modelos y usos que acompañaré de sus respectivos diagramas.
¿CÓMO PUEDO HACER UNO?
Podemos partir de un simple lápiz y papel recopilando términos, creando asociaciones de palabras…hecho esto podemos repetir nuestro diagrama pero ahora acompañado de dibujos que resulten muy claros (nuestros propios emoticonos, iconos, pictogramas, símbolos…) y tras cribar términos, convertir frases en palabras en un nuevo diagrama a color con la técnica que deseemos (lápices de colores, ceras, etc) lograr nuestro ansiado primer mapa mental.
A veces emplearemos líneas para interconectar las diversas ideas. Esas líneas pueden ir acompañadas de flechas y… convertirse en diferentes tipos de diagrama.
¿Debo contentarme con ese esbozo en papel? Podría ser. Puedo hacer una foto y acompañar a mi presentación…pero mi consejo es que no lo hagas. Disfruta adaptando tu primer “mapa mental” a diferentes tipos de programa (de eso versa también nuestro segundo capítulo, un tutorial paso a paso) o incluso con un acabado superior en una técnica analógica empleando rotuladores en un papel especial, como el papel Kraft , que quizá veremos en futuros post.
Lo cierto es que contamos con muchas herramientas digitales (gratuitas como draw.io o Inkscape y de pago como Ilustrator, CorelDraw o incluso un PowerPoint que nos permitirán una presentación con un acabado mucho más profesional.
¿QUÉ NO DEBO HACER?
Emplear frases en lugar de términos, crear caminos, avenidas y calles menores tan confusas que se pierda su esencia: mostrar de un vistazo la información clave. En otras palabras: Menos es más. Un “horror vacui” solo puede confundirte y confundir a otros al querer emplear tu creación como herramienta.
Por: Juan Enseñat
