Cualificaciones Profesionales

La crisis económica que España vive actualmente ha hecho que la formación profesional adquiera una posición de relevancia como mecanismo de cualificación para el empleo. La escasez de puestos de trabajo se traduce un unas mayores exigencias a nivel de cualificación en los candidatos, que  deben orientar su perfil académico y profesional hacia aquellos sectores con mayor demanda.

 

El actual Sistema Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional, que tuvo sus inicios en 1986, ha ido evolucionando a lo largo del tiempo para adaptarse a las necesidades reales del mercado laboral. Desde una perspectiva diacrónica, podemos distinguir diferentes fases en su evolución.

Entre 1986 y 1998 tenía lugar la fase de preparación, durante la cual se sentaron las bases acerca de lo que se entendería por este tipo de cualificación que supone un reconocimiento oficial que faculta al titulado para el desempeño de una profesión

 

La segunda fase, entre 1998 y 2002, corresponde con la fase de creación, cuyo primer objetivo era la definición  del Sistema Nacional de Cualificaciones, para potenciar la formación  continua mediante el concepto empresa-escuela con objeto de mejorar la inserción en el mercado laboral.

 

Entre 2002 y 2004 tiene lugar la fase de arranque con la aprobación de las primeras 97 cualificaciones del Catálogo Nacional para promover, desarrollar  y acreditar las

competencias profesionales de cara a mejorar la empleabilidad de la población y cubrir las necesidades del mercado laboral.

 

El catálogo se elabora en función de los resultados del análisis de las necesidades del mundo productivo y las cualificaciones se identifican en función de las competencias necesarias para el ejercicio profesional.

 

La fase de desarrollo no llega hasta 2004 y se centra en el aspecto normativo de la LOCFP, orientada a la formación para el empleo.

Desde su arranque y durante 4 años, el catálogo se configura con un total de 736 cualificaciones orientadas a:

 

–       Facilitar la adecuación de la formación profesional a los requerimientos del sistema productivo

–       Promover la integración, el desarrollo y la calidad de las ofertas de formación profesional con una estandarización de la competencia profesional en forma de unidades de competencia.

–       Facilitar la formación a lo largo de la vida mediante la acreditación y acumulación de aprendizajes profesionales adquiridos en diferentes ámbitos.

 

Un aspecto crucial de las competencias profesionales es que permiten el reconocimiento de los aprendizajes no formales a través de su evaluación y acreditación.

 

Aunque el Catálogo es la base para determinar la oferta formativa que da derecho a los títulos de formación profesional y certificados de profesionalidad, las aplicaciones son desiguales:

 

–       Nivel 1: lo constituyen 78 cualificaciones que se ofertan como Programas de Cualificación Profesional Inicial del sistema educativo.

Ofrecen la posibilidad de cursar exclusivamente módulos profesionalizantes o         de optar con recibir además formación general orientada a la graduación en la ESO.

 

–       Nivel 2 y 3: conducen, respectivamente, a los títulos de formación profesional de técnico y de técnico superior, que corresponden a los ciclos formativos de grado medio y de grado superior.

 

En 2009 comienza por fin la fase de reconocimiento de competencias y cualificaciones, en la que se suceden multitud de modificaciones relativas a las leyes y y reales Decretos de aplicación en este ámbito.

 

Como resultado de todo esto, en la actualidad aquellos que acrediten oficialmente alguna unidad de competencia que sea parte del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales, podrán convalidar los módulos profesionales correspondientes según se establezca en la norma que regule cada título. Estas acreditaciones serán reconocidas por la Administración educativa y surtirán los efectos de convalidación del módulo o módulos profesionales correspondientes.

 

El futuro modelo para la cualificación profesional en España se basará en los 10 puntos expuestos a continuación:

 

–       1. PERTINENCIA: Cualificaciones pertinentes para los sectores productivos basadas en competencias.

 

–       2. TRANSPARENCIA: Uso de lenguaje común, familias profesionales, unidades de competencia y módulos para una formación continua.

 

–       3. INNOVACIÓN: Cualificaciones para la renovación de la oferta formativa de títulos y certificados de profesionalidad.

 

–       4. EMPLEABILIDAD: Motor de la innovación de las políticas de empleo.

 

–       5. RENTABILIDAD: Integración de oferta formativa a través de UC de CNCP.

 

–       6. RECONOCIMIENTO de competencias profesionales adquiridas por experiencia laboral o vías no formales.

 

–       7. COHESIÓN SOCIAL: Atención a bajas cualificaciones (contrato de formación y aprendizaje).

 

–       8. TRANSFERIBILIDAD: Convalidación FP-Universidad, títulos FP-certificados de profesionalidad.

 

–       9. CALIDAD: estandarización, inserción laboral.

 

–       10. MOVILIDAD GEOGRÁFICA: marco nacional de cualificaciones, uso funcional en la negociación colectiva, europea, de profesiones reguladas.

 

Fuente: 25 años de cualificaciones y FP, y más

Francisca Mª Arbizu Echávarri

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