Estoy seguro que prácticamente el 100% de los que estáis leyendo este artículo, habéis usado o usáis emoticonos de forma habitual en vuestras conversaciones informales a diario.
Un emoticono es una combinación de caracteres escritos que, vistos de forma directa o indirecta, generan la percepción en quien lo observa de la expresión de un concepto, un sentimiento, una sensación o una emoción. El origen del término emoticono es una mezcla entre las palabras emoción e icono y añaden un significado de tipo emocional a unos caracteres escrito. Su implantación a nivel mundial es tan alta que se han llegado a publicar manuales y libros recopilatorios que incluyen un número enorme de estos. Se han ido generando más y más con el paso del tiempo gracias, en gran medida, al auge de las nuevas tecnologías y en especial del uso de Internet. Los emoticonos tienen una gran disfusión en Asia, donde reciben el nombre de kaomoji y/o kaoani y cuyas representaciones son algo diferentes a los occidentales que conocemos en nuestro país.
ORIGEN DE LOS EMOTICONOS
Para entender mejor los emoticonos es interesante conocer la historia de los mismos, ya que allá por 1857 se dató la utilización del número 73, en Código Morse, para expresar “amor y besos” (posteriormente convertido a “los mejores deseos”). Un siglo y medio después este número fue substituido por el 88. En 1912, el escritor y periodista Ambrose Bierce, propuso una importante mejoría con la introducción de los signos de puntuación para expresar el símbolo de la risa, redactándolo de la siguiente manera:
___/!
Fue en el año 1982, cuando el científico estadounidense Scott Fahlman propuso el uso de la secuencia de caracteres 🙂 (conocido popularmente como smiley o cara sonriente), en el asunto de un mensaje para indicar que el comentario contenía una broma, en respuesta a la sugerencia previa de Neil Swartz de utilizar el símbolo (*) para el mismo fin.
Se considera al símbolo Smiley como el origen de los emoticonos modernos, que actualmente ha tomado otras formas similares como son: XD (reírse de forma fuerte) o LOL (laughing out loud, término inglés referido a reírse a carcajadas), entre muchos otros.
A continuación os presento algunos de los más habituales que se utilizan en la app móvil whatsapp, sin duda de sobra conocidos por todos nosotros:
A través del siguiente vídeo se analiza la relación existente entre nuestra emociones y algunos de los emoticonos más famosos y utilizados en la actualidad:
El creciente número de formas/medios de comunicación digitales (Whatsapp, Line, Facebook, etc.) han ido implantándolos aún más en nuestras vidas, hasta llegar al punto de convertirlos en uno de los elementos más usados de nuestro día a día, ya que bien es cierto que hay pocas cosas que puedan expresar conceptos tan difíciles de explicar y en tan pocos caracteres o espacio como lo hace un emoticono.
El uso de los emoticonos se basa en la disciplina de la comunicación conocida como Semiología o Semiótica, que basa su análisis en la interpretación y producción del sentido y que estudia fenómenos significantes, sistemas de significación, lenguajes y demás procesos relacionados, tanto en lo referente a su producción como a su interpretación. Esta semiosis se instrumentaliza mediante signos y se materializa mediante textos escritos. También puede definirse como la ciencia que estudia los sistemas de comunicación dentro de las sociedades humanas, respondiendo a la pregunta: “¿Por qué y cómo, en una determinada sociedad, una imagen, un conjunto de palabras, un gesto, un objeto, un comportamiento, etc. significa lo que significa?”
En la actualidad el número de estos emoticonos es tan amplio que no es imposible comentarlos de forma individualizada, los mismos se asocian habitualmente con estados de ánimo o sensaciones que nos provocan un comentario o situación, a nivel comunicativo, dotando de una mayor significación a nuestras respuestas; algo que se hace bastante más complicado de expresar con el simple uso de palabras escritas, de ahí reside su principal utilidad y, por tanto, su gran importancia en la actual sociedad de las telecomunicaciones.
