ANÁLISIS DISCURSIVO EN EL TEXTO ESCRITO
Es un hecho que, además de la linealidad y la doble articulación, una característica fundamental del lenguaje humano es la necesidad de emisión oral. Como consecuencia de esta oralidad del lenguaje, los mensajes se formulan de una manera rápida, directa y espontánea y no perduran en el tiempo, sino que son efímeros y limitados al aquí y el ahora del acto de habla.
Con el fin de trascender estas limitaciones espacio-temporales del lenguaje humano, se diseñó un sistema sustitutivo que permite, además, superar la improvisación del lenguaje oral mediante la planificación y la rectificación del discurso y este sistema alternativo requiere además sus propias herramientas de análisis.
U.Connor afirma que la cohesión de un texto está determinada por las interrelaciones léxicas y gramaticales que se establecen entre las diferentes oraciones y párrafos que lo integran.
La coherencia, por otra parte, ha de analizarse desde un punto de vista semántico, estudiando las relaciones que cada oración individual mantiene con las demás (microestructura) y con el texto en su conjunto (macroestructura) en lo que a interpretación se refiere.
Para determinar la coherencia de un texto debemos identificar el tema principal o hipertema y los remas que, organizados de acuerdo con una estructura jerárquica, contribuyen a unificarlo semánticamente y completar sus lagunas informativas favoreciendo una correcta progresión textual.
Con independencia de la tipología en la que se encuadre el texto objeto de análisis (descriptivo, narrativo, expositivo, etc…), su objetivo principal como sistema sustitutivo del lenguaje oral, es transmitir información.
Para que este proceso comunicativo se actualice con éxito, es indispensable que el mensaje que llega al receptor pueda ser correctamente decodificado por éste.
Habiendo determinado ya los aspectos a analizar para verificar la coherencia y cohesión del texto, será nuestra tarea comprobar que éste se adapta a la situación comunicativa para la cual ha sido redactado.
El análisis del grado de adecuación de un texto puede fundamentarse en el estudio de las tres variedades del uso de la lengua:
– Variedad diatópica: vinculada a la procedencia geográfica: lengua, dialecto, etc…
– Variedad diastrática: relacionada con el nivel cultural del hablante: nivel vulgar, medio o culto
– Variedad diafásica: relativa a la situación comunicativa: registro formal o coloquial
Así pues, un texto escrito para ser incluido en una publicación con difusión a nivel estatal y dirigido al público general, será adecuado en tanto en cuanto resulte accesible a todos los lectores potenciales con independencia de su origen geográfico y de su nivel cultural.
El empleo de un registro formal en un contexto comunicativo coloquial es tan inadecuado como el uso de un registro coloquial en una situación que requiere formalidad ya que en ambos casos este desfase puede afectar negativamente a la comunicación dificultando la interpretación.
El valioso legado de los estudiosos fundamentalistas de la Escuela de Praga, sin duda ha sentado las bases que han hecho posible que la definición tradicional del texto como conjunto de oraciones con sentido completo no sea ya más que el punto de partida desde el que arranca el verdadero análisis discursivo; aquél que considera al texto como un acto completo de comunicación.