EL ESCAPARATISMO

En la actualidad, una de las tendencias que están más en auge dentro del merchandising es el escaparatismo, el cual posee una gran importancia para el éxito de un establecimiento comercial. El disponer de un buen escaparate, no sirve solo como mero expositor de la gama de productos de la tienda, sino que en la actualidad hace las funciones de reclamo, para lograr que los potenciales clientes opten por entrar en la tienda y compren. Ese es, sin duda, el objetivo final de un escaparate.

Se hace imprescindible, antes de introducirnos en el mundo del escaparatismo, definir el término escaparate, el cual hace referencia al “espacio situado en la fachada de los establecimientos comerciales destinado a exhibir tras un cristal una muestra de los productos o servicios que se ofrecen en el interior, teniendo en cuenta que éste contribuye tanto a la venta como a la buena imagen del establecimiento”. Podéis ampliar la información sobre este concepto, pinchando en el siguiente enlace: ESCAPARATE

El escaparatismo es una tendencia bastante reciente, pero lo que podríamos considerar como actual uso del escaparate nace con la Revolución Industrial, en pleno siglo XIX, y trata de evolucionar esta práctica que venía utilizándose desde que los antiguos artesanos exponían sus productos, a la vista del público, para que pudiera apreciar su obra y comprarlos si les interesaban. Posteriormente aparecen los comerciantes que liberan al artesano de estas labores expositoras asumiendo el trabajo de la venta; también aparecen los mercados tradicionales, que se asemejan bastante a lo que hoy en día serían nuestros centros comerciales y en ellos nacen las tiendas especializadas o “boutiques”. Se van introduciendo progresivamente elementos en él, como maniquíes cada vez más logrados o elementos de iluminación que se han ido perfeccionando y adaptando, por citar algunos. Finalmente aparece la figura del escaparatista como creador de espacios comerciales a principios del s.XX, llegando a España a mediados del mismo siglo, continuando con su imparable evolución hasta la actualidad.

El escaparate debe ser una invitación a visitar el establecimiento para el cliente, por lo que debemos tener clara la tremenda importancia que este elemento tiene para el éxito comercial del negocio.

Debe transmitir la personalidad del establecimiento, tratando de diferenciarse a su vez de la competencia (por precios, gama de productos,…)

Es recomendable mostrar los precios de los productos, ya que aunque no sea una práctica excesivamente estética, suele dar información orientativa al cliente que puede animarle a entrar en el establecimiento.

El escaparate debe ser innovador, debe llamar la atención para que el cliente se fije en él, entre la multitud de posibilidades existentes y así motivarles a que entren.

Se debe prestar una especial atención a la iluminación del escaparate, además del orden y limpieza del mismo, ya que si alguno de estos no fuera el adecuado puede suponer el rechazo inmediato de los clientes potenciales.

Se recomienda realizar cambios periódicamente en función de la época o campaña en la que se esté, y hacer partícipe al cliente de la misma por medio de la decoración. Se debe usar mesuradamente la rotulación o los carteles que se deseen incorporar al escaparate.

El escaparate debe ser además una extensión de la propia tienda, ya que si lo que en él se muestra no se corresponde con lo que hay dentro del establecimiento, el cliente se sentirá francamente defraudado. Las tendencias más actuales no hacen distinción entre el escaparate y el interior de la tienda englobándolo todo dentro del concepto de visual merchandising.

A la hora de realizar el diseño del escaparate, se debe tener en cuenta y combinar adecuadamente una serie de elementos visuales y espaciales que ayuden a lograr una mayor vistosidad, elegancia y atractivo, que lleven a conseguir el objetivo final de la venta.

Para reflejar estas tendencias/recomendaciones, os propongo ver los siguientes vídeos, donde se exponen claves para lograr tener y gestionar un buen escaparate.

• • En lo referente al uso de los colores:

• • En lo referente al uso de las formas:

• • En lo referente al uso de los elementos estructurales:

• • En lo referente al uso de los elementos decorativos:

• • En lo referente al uso de elementos rígidos y/o flexibles:

Finalmente, solo queda ponerse manos a la obra, para diseñar nuestro propio escaparate, en función del tipo de producto/servicio que queramos ofertar, qué información queremos dar, qué imagen queremos transmitir y sin olvidarnos de lo más importante…que nuestro objetivo principal es atraer al cliente hacia el escaparate, por lo que la originalidad y creatividad son básicas en este proceso, por lo que lo expuesto en el escaparate debe estar muy bien seleccionado por parte del equipo/persona encargado de su diseño.