Employer Branding

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Las condiciones del mercado de trabajo han evolucionado de forma sustancial en los últimos años.

Nos encontramos en un entorno globalizado y cada vez más competitivo que ha impuesto un cambio en las prioridades de las organizaciones.

Hoy en día, a pesar de la crisis económica y el aumento del desempleo, el talento es un bien escaso.

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Por ello, cada vez tiene más importancia la capacidad de contar con los mejores profesionales, atrayendo al talento que necesita la organización en cada momento y generando un compromiso de permanencia en los trabajadores.

La creación de una marca como empleador empieza a ser una necesidad para las empresas y de ello se ocupa el Employer Branding, nuestro tema de hoy.

El término Employer Branding fue usado por primera vez por Miles y Mangold en un artículo de 2004 escrito para el Journal of Relationship Marketing.

Es un concepto que se encuentra muy desarrollado en el entorno anglosajón.

En España, ya no se trata de un término desconocido, sino que, en los últimos años, ha sufrido una gran evolución y empieza a estar muy presente en las estrategias de gestión de personas de las empresas.

No tiene una traducción literal al castellano pero lo podemos definir como:

Conjunto de estrategias, políticas, iniciativas y herramientas que se utilizan para posicionar y gestionar la marca de una compañía como elemento de atracción y retención de personas.

 

Dicho de forma más sencilla: se trata de ser conocido como un buen empleador. ¿Cómo?

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Generando una identidad de nuestra organización como un lugar excelente para trabajar, una identidad corporativa atractiva para los profesionales.

Hace referencia, por tanto, a la necesidad que tienen las organizaciones de gestionar su marca como empleador, para asegurar así su posicionamiento en el mercado laboral.

 

Esto es así ya que la competencia entre empresas se ha transformado. Ya no es suficiente llegar a más mercados que nuestros competidores, vender más productos o servicios que ellos, etc.; para ser competitivos, es necesario atraer a los talentos adecuados para cada puesto.

Cuando vivíamos en otros tiempos, los de bonanza económica, buena parte de las organizaciones basaban su estrategia para atraer candidatos en su imagen de marca o reputación corporativa.

Pero los nuevos tiempos y las nuevas exigencias de competitividad del mercado han impuesto una importante sofisticación de los perfiles laborales requeridos por las empresas para cada puesto.

 

Las organizaciones se enfrentan al reto de atraer a los mejores como su principal oportunidad de adquirir una ventaja competitiva en el mercado.

Y no sólo eso. El alto coste que se deriva de la rotación de personal exige, además, retenerlos.

 

Está muy bien explicado en el siguiente vídeo de Bureau Veritas que os animo a ver:

 

Por todo ello, se ha hecho necesario contar con estrategias de Marketing que favorezcan la atracción y retención del talento a la organización.

La combinación de las estrategias de Marketing con las de Recursos Humanos es lo que da lugar al Employer Branding.

Por tanto, los principales objetivos que se persiguen con el Employer Branding son:

  • Motivación de los empleados
  • Reputación corporativa
  • Reclutamiento
  • Posicionamiento de marca
  • Retención de los empleados

 

En definitiva, crear una imagen interna de marca en la que se favorezca el compromiso. Acertar en aquellos atributos que identifiquen y diferencien a una organización dentro del mercado laboral.

Crear una propuesta de valor para el empleado.

 

Y, ¿qué factores mejoran la imagen de marca?

Entre otros, destacamos, principalmente, los siguientes:

  • Desarrollo profesional
  • Entorno de trabajo agradable
  • Conciliación
  • Remuneración competitiva
  • Oportunidades internacionales
  • Prestigio
  • Planes de formación
  • Políticas de sostenibilidad
  • Nuevos modelos de dirección
  • Responsabilidad social empresarial
  • Etc.

 

Por todo lo expuesto, la conclusión es que, al igual que sucede en el Marketing de productos y servicios, donde un cliente satisfecho es el mejor embajador de una empresa o marca, a través del Employer Branding se potencia la imagen de unos empleados satisfechos como herramienta para atraer y retener el talento a nuestra organización.

Conseguir una identidad atractiva y diferencial es uno de los éxitos en la gestión de Recursos Humanos y una potente herramienta para la empresa.

 

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