El programa Escuela 2.0 del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte estableció en 2010 que los centros debían promover la integración de las TIC. Pero, ¿cómo han evolucionado las aulas durante estos años?
La era digital no solamente ha revolucionado nuestra forma de comunicarnos y de relacionarnos con nuestro entorno, sino que ha permitido generar nuevas formas de conocimiento, de buscar información. De hecho, la introducción de dispositivos informáticos, plataformas virtuales y conexión instantánea a Internet han permitido una revolución en la metodología de la enseñanza, que requiere de un cambio tanto en el papel del profesor como en el del alumno.
Durante el curso 2009-10 los centros educativos sostenidos con fondos públicos de toda España tuvieron la oportunidad de iniciar el camino hacia la digitalización de la mano del proyecto Escuela 2.0, motivado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. En esencia, este proyecto pionero en la educación primaria de España promovió la integración de las TIC en el aula.
El objetivo principal era poner en marcha las aulas digitales del siglo XXI, aulas dotadas de infraestructura tecnológica y de conectividad.
Tal y como cita la web del INTEF , (Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado), el programa se basaba en los siguientes ejes de intervención:
- Dotar de recursos TIC tanto a los alumnos como al profesorado: portátiles, pizarras digitales, etc. También, e pretendía garantizar la conectividad e interconectividad tanto dentro como fuera del aula, fomentando así el acceso a una red de Internet Seguro para toda la comunidad docente.
- Promover la formación del profesorado tanto en los aspectos tecnológicos como en los aspectos metodológicos y sociales, fomentando la integración de los recursos TIC a su práctica docente.
- Fomentar el desarrollo y creación de contenidos digitales, así como facilitar el acceso a nuevos materiales digitales educativos para difusión y uso en el aula.
- Educar en valores y con la responsabilidad de dar un uso didáctico a las herramientas tecnológicas, tanto en el aula como en el entorno familiar del alumno.
A lo largo de estos más de 7 años hemos visto como las aulas continúan, auque muy lentamente en la mayoría de los casos, su camino hacia la digitalización. Pero, ¿qué aspectos creéis que están fallando para que los centros sean auténticas escuelas 2.0?
El hecho de que las nuevas tecnologías de formación e-learning ofrezcan al alumno recursos e información de todo tipo para poder aprender, ha alimentado el falso mito de que el tutor pierde su función en el proceso de formación. ¡Y es todo lo contrario! Las TIC son el aliado perfecto, puesto que son herramientas que potencian aún más su papel y que le ayudan en su nuevo rol dinamizador: el profesor debe centrarse en crear situaciones de aprendizaje.
El docente ya no es un mero transmisor unilateral de conocimientos. Su función pasa por supervisar el desarrollo individual de cada alumno y por promover el trabajo en equipo, la creatividad, y la aplicación del conocimiento a la resolución de problemas complejos. En la Escuela 2.0 el docente deja de ser la fuente de información, para convertirse el encargado de facilitar la información. Los profesores cada vez tienen un papel más importante fuera del aula, ejerciendo también como tutores e-learning.
El tutor, se encarga ahora de buscar los datos y los recursos para la formación, así como de estar pendiente de la demanda de información adicional que piden los alumnos. Los profesores son los guías en el proceso de aprendizaje. Esto es el eje principal de actuación en la Escuela 2.0.
Por su parte, los alumnos, pasan a ser el centro del aula, ganando mucho protagonismo, definiendo incluso el ritmo de aprendizaje en clase y, por supuesto, a nivel individual. La participación del alumno se ha convertido en un aspecto clave en la que deben de trabajar los profesores en la escuela 2.0, llegando a generar nuevas formas de aprendizaje. Si queréis saber más sobre este tema, no os podéis perder este post.
El proceso de aprendizaje pasa, por tanto, a ser más individualizado, interactivo y apasionante.
En mi etapa de instituto tuve la oportunidad de participar en un proyecto similar al de Escuela 2.0, siendo mi centro escolar uno de los primeros donde los alumnos contaban con un portátil propio, individual e intransferible. El objetivo era facilitar el acceso al contenido de cada materia, foros, exámenes, lecturas, etc. ¡Si hasta teníamos una intranet del alumno! Fue una auténtica revolución en clase.
Recuerdo que en esa época empezaba a proliferar la mensajería instantánea, y el ya desaparecido Windows Live Messenger causó estragos en los resultados académicos del primer trimestre del curso. Ahí tomó especial relevancia el papel del docente como orientador, motivador y como supervisor de la actividad y uso responsable de las nuevas tecnologías por parte del alumno.
Finalmente, la mayoría de nosotros conseguimos salir airosos de aquella situación, sobre todo en lo que se refiere a la mejora de notas, y empezamos a usar nuestros portátiles como una herramienta más en el aprendizaje. Cada semana, los profesores de asignaturas como Lengua Castellana, Matemáticas o Inglés ponían a nuestra disposición material extra para completar nuestros conocimientos. Asimismo, teníamos un servicio de mensajería con el profesor, similar a lo que conocemos hoy como tutoría online. ¡Podíamos resolver nuestras dudas a la hora de hacer los deberes desde casa! Para muchos profesores aquello era el inicio de su carrera como docentes 2.0, ganando mucho peso la teleformación.
Desde entonces, no concibo la Educación sin una herramienta digital que me sirva de consulta y de guía en mi proceso de aprendizaje.
¿Y vosotros, habéis tenido alguna “experiencia digital” en el aula?, ¿habéis estudiado en una escuela 2.0? ¡Contadnos vuestra experiencia!