En este artículo quería compartir una idea que me lleva mucho tiempo rondando en la cabeza y la cual sería interesante valorar con los lectores de educadictos, este pensamiento se condensa en una pregunta: ¿cómo llega vuestra organización a implantar la norma ISO 9001?
Creo que en función de cómo se responda, la gestión de la calidad tendrá un sentido u otro y esto afectará de varios modos a la empresa y a su personal.
Desde mis ‘encontronazos’ con las políticas de calidad corporativas, manuales y auditorías, veo dos tipos de acercamientos a la norma:
- Reactivo: La necesidad es comercial, un cliente exige estar certificado, una convocatoria pública valora el sello de calidad, etc… El proceso para la empresa parte de un requerimiento formal que ‘fuerza’ a disponer de un diploma que acredite que se opera con cierto nivel de calidad.
- Proactivo: Nada obliga, pero la calidad es un valor añadido a las actividades, se busca homogeneizar un nivel de servicio o un estándar de producto y además se cree en la mejora continua.
El principal corolario de comenzar de uno u otro modo va a ser la implicación de la dirección y en consecuencia la dificultad o no de llegar a disponer de un sistema de gestión efectivo.
Que la dirección se implique va a solucionar algunos aspectos limitantes para los gestores del sistema, los principales a mi modo de ver radican en la motivación y en la comunicación de la política de calidad a toda la organización. Si la totalidad del organigrama comprende los objetivos del sistema y está motivado:
- Los procesos se desarrollarán adecuadamente.
- Las auditorías internas serán un éxito.
- Las no conformidades serán constructivas y generarán oportunidades de mejora.
Habitualmente, llegar a implantar la norma de un modo reactivo supone la no implicación de la dirección y el fracaso del sistema desde una óptica de mejora y de control de las operaciones.
Por el contrario, si la organización alienta la calidad, la comunicación interna y valora un enfoque constructivo, el sistema tiene una razón de ser por sí mismo y no sólo como respuesta a la necesidad de exhibir un sello acreditativo. Este sistema nos proporcionará diversas claves para detectar problemas, aportar soluciones, y en definitiva de progresar como un conjunto y ser una organización dinámica.
Dejo abierto el debate sobre cómo se acercan vuestras organizaciones a la gestión de la calidad, espero vuestros comentarios.