Últimamente hemos estado hablando acerca de los contratos para la formación y los contratos a tiempo parcial con vinculación formativa. Hay algunas diferencias entre ellos, pero a grandes rasgos tienen el mismo objetivo. Son contratos pensados para que los jóvenes puedan iniciarse en el mercado laboral al mismo tiempo que reciben formación.
Ambos tipos de contrato guardan una estrecha relación con el programa de Garantía Juvenil. Por lo tanto podría ser interesante hablar sobre este programa y sus objetivos.
Historia del programa de Garantía Juvenil.
Hace 10 años tuvo lugar una crisis financiera a nivel global. Los jóvenes se vieron especialmente afectados, con grandes dificultades para acceder al mercado laboral. El número de jóvenes “NEET” (Not in Education, Employment or Training) aumento en toda Europa.
Para intentar afrontar esta situación en 2013 la Comisión Europea puso en marcha el programa de Garantía Juvenil. Su objetivo: garantizar que los jóvenes inscritos al programa recibieran una oferta en menos de 4 como NEET. Esta oferta podría ser de empleo, educación, aprendizaje o entrenamiento. Pero lo que se pretendía es que ningún joven se viera más de 4 meses sin poder trabajar o estudiar. Y para conseguir este objetivo todos los países de la Unión recibieron fondos europeos para financiar el programa.
Garantía Juvenil en España.
A cada país de la Unión Europea le corresponde decidir cómo aplicar el programa de Garantía Juvenil. En el caso de España su estrategia de acción se basa en cuatro ejes:
- Fomentar el emprendimiento.
- Mejorar la intermediación.
- Mejorar la empleabilidad.
- Fomentar la contratación.
Los contratos para la formación son especialmente útiles para abordar estos dos últimos objetivos. De hecho la web de la Comisión Europea destaca la estrategia española de fomentar los contratos para la formación:
“El sistema de aprendizaje en España ha sido objeto de importantes reformas estructurales, lo que ha generado un incremento en el número de aprendices de 4.000 a 15.000 en tan solo tres años (entre 2013 y 2016). Durante el mismo período, el número de empresas que participan en la formación de aprendices creció de apenas 500 a 5.660.”
¿Qué resultados está teniendo el plan de Garantía Juvenil en España?
Para asegurarse de que los fondos se usan adecuadamente la Comisión Europea hace un seguimiento de los resultados obtenidos. En este sentido hay que admitir que España está teniendo dificultades para seguir el ritmo del resto de estados. A pesar de ser uno de los primeros países en acogerse al plan los resultados positivos están tardando en materializarse.
Es por eso que a España se le permitió tomar medidas para acelerar los efectos del plan de garantía juvenil. En general el límite de edad para inscribirse al programa es de 25 años. Sin embargo en España el límite se ha ampliado hasta los 30 años para dar cobertura a más jóvenes. Asimismo los requisitos para inscribirse en el programa también se han simplificado. Basta con no haber estado estudiando o trabajando el día antes de solicitar la inscripción. En otros países el plazo de inactividad antes de inscribirse debe ser más largo.
Este tipo de medidas está consiguiendo que más jóvenes se apunten al programa de garantía juvenil. Un dato que podemos corroborar siguiendo el porcentaje de jóvenes NEET apuntados al programa. El 10,7% en 2015 aumenta hasta el 34,0% en 2016.
¿Cómo fomenta Garantía Juvenil los contratos para la formación?
Para acceder a los contratos para la formación no es necesario estar inscrito en Garantía Juvenil. Al igual que tampoco lo es para acceder a los contratos a tiempo parcial con vinculación formativa. Sin embargo contratar a jóvenes inscritos en Garantía Juvenil ofrece ventajas adicionales a las empresas:
Por ejemplo, las empresas que optan por los contratos para la formación reciben una bonificación del estado. Pero cuando los jóvenes contratados están inscritos en garantía juvenil la bonificación por formación es mayor. Un 50% mayor el primer año y un 25% mayor el segundo tercero y cuarto año.
Los beneficios son diferentes en los contratos a tiempo parcial con vinculación formativa. Normalmente los trabajadores con este tipo de contrato tienen una jornada que dura el 50% de la jornada completa. Pero si están inscritos en Garantía Juvenil su jornada puede ampliarse hasta el 75% de la jornada completa.
Y cada vez se aprueban más ayudas para que los jóvenes inscritos accedan a contratos para la formación. Como por ejemplo la ayuda económica de acompañamiento recogida en los presupuestos generales del estado para 2018. En este caso el beneficiario de la ayuda sería el empleado y no la empresa. El empleado recibiría 430€ por parte del estado además de su sueldo durante los 18 primeros meses del contrato.
¿Qué garantías reales me proporciona la Garantía Juvenil?
Si todavía tenéis dudas sobre la efectividad del programa es comprensible. Por ejemplo, el programa “garantiza” que los jóvenes recibirán una oferta de trabajo o formación en menos de 4 meses. Sin embargo, en 2016 el 73,4% de los inscritos no recibieron dicha oferta. Este dato no es tan malo como suena cuando se tiene en cuenta un detalle. La cuenta de los 4 meses tiene carácter retroactivo. Es decir, algunos de estos Jóvenes ya eran desempleados de larga duración en el momento de inscribirse al programa. Garantía Juvenil da prioridad a los casos de inactividad prologada o de riesgo de exclusión social. Pero no puede ofrecer resultados instantáneos.
Es cierto también que no todos los que pasan por Garantía Juvenil acaban teniendo resultados duraderos. En 2015 en España sólo el 30,4% de los que abandonaban el programa estaban en una situación positiva. Pero en sólo un año esa cifra ha aumentado hasta el 51,3% lo cual es alentador.
Garantía juvenil no es una varita mágica. Pero puede suponer la diferencia entre no tener nada u optar a contratos para la formación. Además es un programa que debe aprobarse periódicamente en la Comisión Europea para seguir vigente. Por eso es bueno apuntarse ahora que es posible, quién sabe qué pasará el día de mañana.