Muchos son los artículos y estudios que, a lo largo de las últimas décadas, han explorado el mundo de las habilidades directivas, en el entorno empresarial. La nueva moda en los directivos de multinacionales americanos se llama Método Bronnikov.
¿El buen directivo nace o se hace?
No existe, bajo mi punto de vista, ninguna habilidad que requiera un puesto directivo que, cualquier persona con unas capacidades de aprendizaje y experiencia normales, no pudiera desarrollar. Pero si esto es así, cabe preguntarse… ¿qué es entonces lo que diferencia a un directivo normal de otro de éxito? El factor suerte siempre es relativo en estos casos, así que la respuesta podría ser, el continuo aprendizaje y mejora.
Dejando al margen los habituales ítems que se le presuponen a cualquier directivo (tales como capacidad de liderazgo, capacidades técnicas y teóricas adecuadas para las tareas que desarrolla, asertividad, capacidad de trabajo en equipo,…), existen otra serie de habilidades “subconscientes” que empiezan a ser estudiadas desde el campos tan dispares como la psicología, neurociencia o el coaching.
Una de estas nuevas teorías afirma que el mejor directivo en tiempos de crisis, es aquel que es capaz de anticiparse a los acontecimientos, de tener un cierto nivel de intuición, no explicable con métodos de análisis tradicionales.
El mejor directivo es aquél que es capaz de ver lo que importa cuando todo está oscuro.
Existe un método, no exento de controversia, que trata de lograr hacer ver físicamente a las personas que no pueden ver. Se trata del Método Bronnikov, que me planteo presentaros en las próximas líneas y que os adelanto en el siguiente vídeo:
El propio creador del método, el ucraniano Vyacheslav Bronnikov, define sus prácticas de la siguiente manera: (Información que podéis leer completa a través del siguiente enlace: Entrevista completa
“El significado del Método Bronnikov yace en el hecho de que desarrolla más pterofundamente los sentidos innatos ordinarios, revelando los sentidos fantasma de las personas y diciéndoles de los sentidos fundamentales”.
“Una comprensión de los sentidos fantasma abre una nueva realidad, amplía la visión, ayuda a ver muchos procesos de una manera sistémica y holística. En el Oriente, cuando dicen “energía” se refieren a lo que nosotros llamamos sentidos. El Método revela los conceptos de bioenergía, energía física, y plasma psíquico. Provee información acerca de cuerpos densos, cuerpos sutiles, cuerpos intermedios, acerca de espacio material, espacio inmaterial, y el espacio Bardo intermedio”.
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Aunque parece una burda patraña, lo interesante que plantea el Método Bronnikov es el entrenamiento por el que se hace pasar a los individuos, que deciden llevarlo a cabo, para lograr desarrollar en ellos el resto de sus sentidos o aquellos que se presentan de forma subconsciente, pudiendo de esta forma lograr no tanto el ver con los ojos cerrados, sino ser capaces de percibir aquello que, a simple vista parece imperceptible.
Esto supone una ventaja humana considerable que, aplicado al mundo empresarial o de los negocios, puede suponer un importante beneficio económico.
A continuación, y para los más curiosos, dejo el vídeo del documental Ucraniano de 1997, sobre el Método Bronnikov:
Lo interesante de lo que plantea el Método Bronnikov es el entrenamiento, al que cada vez un mayor números de grandes directivos de las mayores multinacionales del mundo, se someten, por el que estos individuos logran agudizar el resto de sus sentidos o incluso aquellos que se presentan de forma subconsciente, pudiendo lograr no ver con los ojos cerrados, pero sí quizás tener la capacidad de percibir aquello que, a simple vista parece imperceptible, ya que esto supone una ventaja humana considerable, lo que aplicado al mundo empresarial, pueden suponer un importante beneficio económico.
No hubiera supuesto acaso una gran diferencia, el haber predicho el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, o el desplome de algunas entidades bancarias. El anticiparse a este tipo de crisis “supuestamente” imprevisibles, puede suponer la diferencia entre el éxito o el fracaso.
Por todo lo expuesto anteriormente me gustaría concluir afirmando que resulta interesante seguir con atención este tipo de nuevos métodos de aprendizaje o de entrenamiento directivo (supuestamente increíbles), ya que si bien no logran milagros, si presentan herramientas que pueden lograr convertirnos en individuos con un nivel consciente y subconsciente superior a lo normal.