En los últimos años el uso del ordenador ha pasado de ser un lujo (pocas personas disponían de ordenador en su domicilio e incluso menos aún conexión a Internet) a ser casi una necesidad básica. Simplemente nos tenemos que parar a reflexionar cómo sería nuestra vida en un día sin ordenadores, ni en el trabajo ni en nuestra casa.
No somos conscientes de las largas horas que pasamos sentados delante de una pantalla y de los riesgos que eso conlleva para nuestra salud,… trastornos musculares, problemas visuales y fatiga. La probabilidad de experimentar tales trastornos está relacionada directamente con la frecuencia y duración de los trabajos ante la pantalla (que como sabemos cada vez es mayor) así como de la intensidad y grado de atención requeridos por la tarea. Las acciones a seguir para eliminar o reducir los riesgos derivados del uso de pantallas de visualización de datos (PVD) vienen recogidas en el RD 488/1997, de 14 de abril, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas al trabajo con equipos que incluyen pantallas de visualización. Entre estas acciones se recomienda, en caso de que sea necesario, “reducir la duración máxima del trabajo continuado en pantalla, organizando la actividad diaria de forma que esta tarea se alterne con otras y estableciendo las pausas necesarias cuando la alternancia de tareas no sea posible o no baste para disminuir el riesgo suficientemente”. Es decir, se deben establecer paradas de descanso cuando trabajamos habitualmente con ordenadores, pero…¿lo hacemos realmente?
He descubierto recientemente una aplicación con versiones gratuitas para Windows y para Linux que se llama Workrave y que permite a los usuarios de pantallas de visualización de datos establecer una serie de mini-pausas y descansos durante el desarrollo de la jornada laboral. El programa avisa, en una pantalla emergente según la periodicidad establecida, de cuando ha llegado el momento de tomarse un descanso para evitar que el usuario del ordenador mantenga posturas estáticas continuadas durante largos períodos de tiempo.
Una vez descargado e instalado el programa en el ordenador, aparece el icono de Workrave en la bandeja del sistema.
Pulsando el botón derecho del ratón sobre el icono del programa, se despliegan las opciones de configuración de la aplicación, y el usuario puede variar en el apartado de preferencias, el tiempo entre interrupciones y su duración, el número de avisos, los aplazamientos…
Workrave funciona con tres tipos diferentes de interrupciones: las micropausas, de menor duración, los descansos y el límite máximo diario; es decir, el número de horas máximo que la persona trabaja frente al ordenador.
Todos estas interrupciones son personalizables, tanto en su duración como en su intervalo. En la parada de descanso, que se debe realizar cada hora, aproximadamente, se activan unas pantallas con una serie de ligeros y discretos ejercicios para evitar la fatiga en las partes del cuerpo más afectadas por el mantenimiento de posturas estáticas frente al ordenador (cuello, hombros, brazos, manos y ojos) Después de realizar el ejercicio el ordenador se bloquea durante un tiempo para obligarnos a realizar una parada de descanso.
Y como anécdota: el programa cuenta las pulsaciones de teclado y los metros que se ha desplazado el ratón.
Si quieres probarlo puedes descargártelo aquí.
Una información muy interesante, la verdad, pero creo que hasta que que esto “cale” en el empresario español o alguna administración le otorgue un carácter obligatorio, se va a quedar en una mera anécdota.
Yo, por si acaso, pienso descargármelo e ir practicando, je,je,…
Toda la razón del mundo… pero esperemos que entre todos podamos conseguir algo!!Yo ya lo estoy intentando difundir en mi trabajo 🙂